martes, 17 de septiembre de 2013

La gran transformación: Luna, Venus, Saturno y Nibiru

"Todo aquello que creí verdad se disuelve, me permite ver con el Alma y dar forma a la arcilla que late en mi corazón, el pulso de la vida" Migdalia García

     Leí en la biblia textos del Apocalipsis, pues considero que la palabra que nos ofrece este sagrado documento representa pasado, presente y futuro en un eterno presente. Particularmente los siguientes pasajes:

Apocalipsis 1:8 Yo soy el Alfa y el Omega, 22:13 principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir. Exódo 3:14, El Todopoderoso. Apocalipsis 1:18 y el que vivo y estuve muerto, más he aquí que vivo por los siglos de los siglos. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

     Quiero comenzar con este extracto de la biblia, pues hablar de los planetas es contemplar la eterna palabra de Dios dibujada en las estrellas. Precisamente, en la cita, el principio y fin es un tiempo eterno donde pasado, presente y futuro se integra de forma cíclica y la muerte es solo la gran transformación.

     El Sol en Virgo desde el 8 de septiembre, la constelación asociada a la Virgen, o la forma más sublime de la energía femenina, justo en ese escenario la Luna Nueva ya empezando a crecer y Venus ambas luminarias en Libra, han dejado un hermoso evento; un eclipse de la Luna a Venus, la balanza de la justicia divina dibujada en el cielo, como un momento intenso de elección entre el amor y la guerra.

     Luego de pasar cerca de Marte y Júpiter entre el 1 y 3 de septiembre, la Luna se interpuso entre la Tierra y Venus, eclipsando y permitiendo al hemisferio sur del planeta apreciar de forma muy particular ese instante cósmico de gran significado. Ya el 23 de agosto, un crop circle o anagrama de los cultivos mostraba este evento y dejaba constancia de parte de inteligencia extraterrestre de la importancia que desprendía este ocultamiento.

   
     Trece grecas cuadradas en espiral como símbolo del 2013, la media luna en el centro en forma de "U" ocultando a Venus, y el Cometa Ison y Nibiru como corolario del evento. Así mismo, dos hojas de olivo, las fuertes raíces del olivo mítico resisten las heladas que lo matan aparentemente pero que después resucita.  Es el olivo fuente de inspiración, decía Sófocles sobre el olivo: "el árbol más glorioso que florece en nuestra tierra doria, nuestro dulce y húmedo olivo". Ya en la España bajo los romanos, Lucius Columella le llamó al olivo el Rey de los árboles.

     El lenguaje de luz del Universo solo requiere de ser observado a través del movimiento de sus cuerpos celestes y comprender sus métaforas, recogidas a lo largo de nuestra historia en mitos, tradiciones, música, y poesía. Ciclos entre ciclos que comparten el fuego sagrado del Creador, finos hilos que subyacen en el Destino o Árbol de la vida. En un instante los elementos de la vida: aire, fuego, tierra y agua, cambian la faz de lo conocido para dar inicio a un nuevo ciclo de esplendor. Lo que para el hombre es imposible, para Dios es solo un suspiro, exhala e inhala al compás de la energía que danza eternamente. La belleza de sus obras se muestra imponente ante los tímidos ojos de un pequeño punto azul en el mar cósmico multiversal. 

     La luna inicia su crecimiento, justo para el momento del eclipse a Venus, su posición en "U" pasa desapercibido y se muestra como señal inequívoca de la gran transformación. Desde 2011, aprecio en la observación de la Luna, cambios en su creciente y menguante, tal y como se representa en el calendario lunar debería verse como una "D" en creciente. Sin embargo, desde hace ya varios meses muestra la "U" o sonrisa. 






     Los sumerios (hoy día Irán), representaban a la Luna en "U" y a Nibiru como una "cruz", ejemplos se encuentran en sus tablillas, en los cuernos de la Diosa Isis, o en la cabeza de Thot egipcio.







     A pesar de ser un fenómeno anómalo en nuestra época, hay indicios pictográficos de 13 mil años de antigüedad o quizás de mucho antes, en los cuales se ha dejado testimonio de esta observación desde la Tierra de la Luna en "U". Por otra parte, la velocidad de todos los cuerpos celestes del Sistema Solar, incluidos la Luna, Venus y Saturno, objeto de este artículo, comienzan a ralentizarse. Alexey Dmitriev, geofísico de la Academia Rusa de Ciencias, estima por datos aportados de las Voyager, que una onda de choque afecta todo el Sistema Solar, la cual se ha multiplicado por 10 en los últimos 20 años, cree además que estamos atravesando una zona del espacio interestelar que contiene una alta cantidad de desechos espaciales que, según parece, podrían ser el resultado de la explosión de una estrella. A medida que el Sistema Solar avanza hacia esa nube de energía, sus partículas altamente energéticas cruzan con mayor intensidad la "heliopausa", atraviesan la heliosfera, y llegan al mismo Sol. De este modo, las atmósferas  clima y magnetismo de todos los planetas incluida la Tierra son afectados por esta energía extraordinaria del centro de nuestra galaxia.. Al parecer, los más vulnerables; Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno los que han recibido el mayor impacto de esta onda de choque. La conclusión de Dmitriev y otros científicos rusos, es que la humanidad se enfrenta a un problema de adaptación al nuevo estado de la Tierra, pero no sólo porque esta nube energética esté alterando el clima, sino que también lo hará sobre los seres vivos, sus procesos vitales, y en definitiva sobre toda la Tierra.



     Evidentemente, los cambios en la inclinación lunar salen del patrón de un mes, a lo que estábamos acostumbrados, y están ocurriendo en el lapso de horas, de un día para otro. El Sol sale sobre el hemisferio norte con un retraso de 4 a 5 grados, lo cual ya es muy notorio. La Luna muestra unas oscilaciones diferentes, en lapsos cortos de tiempo. Esos fenómenos iniciaron en 2008, pero al irse incrementando son visibles a simple vista. La Luna cambia además, su influencia gravitatoria sobre las mareas, por lo que tornados, tsunamis, huracanes se vuelven aun más inesperados en zonas del planeta diferentes a lo habitual. 





     En cuanto a la Tierra, su raro bamboleo, y su forma impredecible sobre su eje durante lapsos de horas, parece la reacción a un objeto de gran tamaño mayor que la Tierra y produce estos cambios de posición de la Tierra en su eje, debido al empuje que produce la mayor gravedad del objeto hacia la Tierra. Al incrementarse el bamboleo se podrán presentar momentos en que el Sol o la Luna parecen desaparecer por el movimiento oscilatorio de la Tierra.

     El símbolo de Nanar, dios lunar, era una Luna en Creciente en "U", símbolo que comparte también el judaísmo y el catolicismo. El elaborado ciclo de Venus de la estrella del amanecer y el atardecer, se ha asociado también a Quetzalcóatl, el arquetipo de la renovación espiritual que hizo el voto de regresar a la Tierra al final de la historia. Quetzalcóatl, la serpiente emplumada que simboliza la fusión del cielo y la Tierra en este eclipse Luna Venus.
     
     Saturno, el señor de los anillos emite más energía de la que recibe del Sol. Presenta una anomalía en sus polos; en el Norte un hexágono en movimiento que supera el entendimiento de la física actual, y en el polo Sur se sitúa un huracán con un extraño ojo gigante. El escritor Richard Hoagland cree que el hexágono de Saturno puede ser explicado por la física hiperdimensional, considerada la piedra angular de la primera teoría unificada de las fuerzas naturales (vórtices planetarios).




     La física hiperdimensional plantea que nuestra realidad tridimensional no es sino la parte accesible para nosotros en un mundo de más dimensiones. En la interacción de esas dimensiones y las tres conocidas en el mundo material de nuestra experiencia se encontraría el secreto de muchos fenómenos inexplicables, incluso la aparición de la vida terrestre.

      En 1960, las primeras observaciones con espectrógrafos demostraron que Júpiter desprende una radiación infrarroja anómala que emite más energía que la que recibe del Sol. Posteriormente las sondas Pionner y Voyager pusieron de manifiesto que éste fenómeno se repite en Saturno, Urano y Neptuno. Para explicar esta energía adicional la física hiperdimensional plantea que la masa de los planetas combinada con su momento angular alrededor del Sol genera un punto de contacto con otras dimensiones, a través del cual se produce una transferencia de energía.




      De tal forma, nosotros recibimos aportaciones energéticas e información procedente de estos portales interdimensionales. En este sentido, el hexágono de Saturno equivale a un doble portal hiperdimensional llamado holomovimiento que siempre esta activo. Observaciones en los últimos 30 años confirman su permanencia y actividad.

     Desde esta aproximación, Saturno adquiere una cualidad transdimensional en su arquetipo de Maestro. El 9 de septiembre de 2013, cumplió su ciclo de 11 años en hacer conjunción a la Luna, las fechas anteriores de esta conjunción fueron, las más cercanas, 1991, 2002, y la próxima será en 2025.

     En 1991, la conjunción Nodo norte lunar y Saturno fue en Capricornio, pertenece a los signos cardinales que se encuentran en los cuatro puntos conocidos como Equinoccios y Solsticios. La eventual caída de la URSS y su transición económica y política destacan en ese año de 1991. Las implicaciones históricas que significó para la humanidad este cambio aun se mezclan en eventos que como detonante cósmico significó un cambio de un modelo tras 60 años de dominación y clara privación de los derechos humanos para los soviéticos. El 22 de agosto de 1991, miles de moscovitas desmontaron la inmensa estatua de Félix Dzerjinski, fundador de la primera policía política soviética. Dias posteriores las repúblicas soviéticas proclamaron una tras otra su independencia. Finalmente, en diciembre de ese año, Gorbachov dimitió y la URSS quedó disuelta.




     Saturno es para la astrología un planeta transpersonal, pues su acción energética se proyecta a la humanidad, en Capricornio signo del cual es regente y marca el invierno en diciembre o Solsticio nos da una clara significación de los eventos que condujeron a la caída de la URSS, claro otras razones políticas, sociales y económicas contribuyen pero la energía de la Luna y Saturno es la resolución del ciclo y la apertura a procesos creadores.

     En 2002, la conjunción Luna Saturno se produce bajo el signo de Géminis, su carácter doble y bastante complejo y contradictorio. A pesar de la caída de URSS, la guerra fría dejaba sentir aun sus secuelas en un mundo bipolar de fuerzas antagónicas. La polarización como factor de cambio estaba en su momento más efervescente. El miedo colectivo hacia una guerra nuclear parecía estar moviendo aun los cimientos de la sociedad en todo lo largo y ancho del planeta. Otros países asumieron el control financiero de lo que había dejado atrás la URSS, el flagelo de modelos totalitarios se dejaba colar en los predios de los organismos internacionales que existen para la Paz y la Libertad. Es el petróleo y lo económico lo que detenta el poder que deja a los pueblos en un superfluo sueño y en la más estrangulada etapa de la libertad del ser humano, otros intereses se imponen frente al sombrío escenario mundial. Tal parece que el Solsticio de 1991 tras 11 años necesitaba de 11 años más para ver la primavera, por lo que 2002 pasó a ser la transición de lo que finalizó y aun quedaban esporas en el ambiente.




     Y llegó el 2013, tras 22 años del evento de 1991, ahora Luna y Saturno comparten desde Escorpio esta nueva conjunción. Dice Bruno Huber que el espacio es un ser en el que pueden surgir y desaparecer muchos mundos paralelos y consecutivos, y es el Nodo Lunar un encuentro a la globalidad como una tendencia que se deja sentir con el avance de las tecnologías en el siglo XXI. Observar el desarrollo del hombre a través de diferentes épocas y reconocer sus luchas es la antesala a una consciencia histórica distinta, dejar la inmediatez por la riqueza del espacio tiempo que es eterno.Los Nodos lunares representan la cabeza y la cola del dragón como metáfora de su perpetuo movimiento.




      Esta conjunción Luna Saturno en Escorpio nos recuerda que la evolución sigue su curso, con la fuerza que deja sentir Escorpio, la necesidad de la gran transformación. Plutón su regente en cuadratura a Urano tendrán un momento exacto en noviembre, signos de que el período de septiembre a marzo de 2014 será intenso y marcará una ruptura significativa en la historia de la humanidad. Modelos que son obsoletos pero que resisten hasta el final con tenacidad, apertura de nuevos inicios, de interesantes cambios de paradigma, eso es el símbolo de los planetas transpersonales, de los cuales estamos recibiendo un incremento adicional de energía interdimensional.





     Como corolario de los eventos en curso, el retorno de Nibiru, esa cruz dibujada en las antiguas tablillas sumerias me hace pensar en cambio histórico de mentalidad, de teorías, de trasladar aquello de ver para creer, a sentir para amar, o tal vez su re-integración cósmica, esa octava que eleva el Alma y aparece cuando menos lo esperamos.

     Nibiru aunque sigue escondido en mitos y leyendas, hace su gala triunfal como portador de esa llave que nos falta para comprender enigmas referentes a nuestra propia existencia. Pues más allá de la religión, o las creencias, el Universo en si mismo es ese cielo claro en el día o su oscura faz iluminada de estrellas en las noches, es completamente ajeno al mundo material que experimentamos en la Tierra. Diría tan cerca y tan lejos, pero increíblemente mágico. 




     Tal y como han dejado constancia los sumerios, veremos dos soles en la próxima década, el tiempo que tardará Nibiru en completar su vuelta al Sol y a nuestra Tierra. El próximo encuentro de la Luna y Saturno en 2025, nos recibirá con una década de grandes transformaciones, no solo en la Tierra, sino en todo el Sistema Solar, el planeta de cruce como le era llamado en la antiguedad, tarda 3600 años en dar su traslación completa, somos privilegiados de asistir a un retorno del grande, por su gran tamaño, y por contar con una civilización que nos lleva adelante en evolución millones de años.

     El próximo artículo les contaré más sobre Nibiru, el signo de los tiempos. Con gran abrazo de corazón para mis lectores. Mig