domingo, 6 de noviembre de 2011

EL NÚMERO MAESTRO Y SU SIMBOLOGÍA ANTIGUA

Desde la antiguedad, los números tienen un componente de perfección mística que puede ser explicado desde la numerología. Esta práctica ancestral pretende encontrar puentes entre los seres vivos, las fuerzas físicas y espirituales y los números.Se dice que los números son uno de los conceptos humanos más perfectos y elevados, contienen un "código secreto" que involucra vibración en diferentes dimensiones, por lo que podemos decir que los números son multidimensionales y tienen su propia frecuencia vibratoria.



En el año 530 A.C. Pitágoras, filósofo griego, desarrolló una relación metódica entre los planetas de nuestro Sistema Solar y su "vibración numérica", algo que llamó "la música de las esferas". Mediante su método de numerología descubrió que las palabras tienen un sonido que vibra en consonancia con la frecuencia de los números, y esta además en armonía con el Universo y las leyes de la naturaleza. Los números son mucho más que una forma de medir o cuantificar, Pitágoras nos dejó un legado en la forma de ver y sentir al Universo como un todo armónico donde todo emite un sonido y una vibración.



La figura de Pitágoras está envuelta en un halo de Leyenda, misticismo y hasta de culto religioso. Pitágoras fue contempóraneo de Buda, de Confucio y de Lao-Tse, fundadores de las principales religiones orientales.El padre de Pitágoras fue Mnesarchus y su madre Pithais, quien era nativa de Samos, mientras que su padre fue un mercader proveniente de Tiro. Cuenta la historia que Mnesarchus llevó maíz a samos, y como gratitud fue declarado ciudadano de Samos.

Se pueden distinguir tres etapas de la vida de Pitágoras: la primera en el mundo griego, la segunda de viajes a Babilonia y Egipto, y la tercera en lo que más tarde se llamó la Magna Grecia, con un intermedio en Samos entre la segunda y tercera etepa. Tres filósofos se encuentran entre sus maestros. Uno fue Pherekydes, los otros dos Thai y su discípulo Anaximandr, ambos vivían en Mileto, y fueron quienes le recrearon en las ideas matemáticas.

Pitágoras conoce a Thales en Mileto, ya Thales era un anciano y contribuyó en el interés de Pitágoras por la Matemática y la Astronomía. Le aconseja viajar a Egipto para profundizar sobre esos temas. Anaximandro le dio clases de Geometría y Cosmología y muchas de sus ideas fueron determinantes posteriormente para Pitágoras. En Egipto establece vínculos con sacerdotes los cuales también fueron de mucha influencia paar las ideas y teoría que posteriormente plantea.

En el 520 A.C. Pitágoras retorna a Samos, Darío de Persia retoma el control de Samos después de la muerte del tirano Policrates. Pitágoras se traslada a la polis (ciudad-estado) Crotona 42, colonia griega al sur de Italia. Pitágoras llegó allí con un sistema más o menos perfilado después de una larga estancia por Oriente y Egipto. La ciudad le pidió que expusiera sus ideas, y según la tradición, Pitágoras dirigió porseparado 4 discursos a los jóvenes, el Senado, a las mujeres, y a los niños. El contenido de esos cuatro discursos tiene un alto impacto en valores morales de gran perfección, derivadas fundamentalmente de la necesidad de ajustar la conducta humana a los cánones de armonía y justicia que se derivan de La Naturaleza misma, e ilustradas con elementos de la mitología de los habtantes de Crotona. Estos discursos le dieron alta popularidad no solo en Crotona sino en toda Italia.

En Crotona vivió Milán, rico y famoso porque había sido campeón olímpico en doce ocasiones. Milán estaba interesado en la Filosofía y la Matemática, cedió parte de su casa a Pitágoras, para formar su escuela. Allí fundó una Sociedad religiosa y filosófica. Esta Sociedad, denominada Hermandad Pitagórica, enía un credo muy estricto y un rígido código de conducta, pero era igualitaria e incluía a las mujeres. Una de ellas era Teano, la hija de Milán con quien Pitágoras se casó. La Sociedad tenía un período de prueba, al superarlos, se permitía a los jóvenes iniciados a escuchar la voz de Pitágoras, oculto tras una cortina. Años después, profundamente purificadas sus almas, se les permitía ver a Pitágoras. La Hermandad Pitagórica tenía especial relevancia por el NÜMERO. Los pitagóricos creían que, a merced a la matemática, el Alma podía ascender a través de las esferas hasta unirse finalmente a Dios.



El número once según el simbolismo de Pitágoras, es la consecuencias de números del 1 al 10 expresa la suma de todas las cosas en el mundo físico material.
El once al ser el inicio de una sucesión más alta de números, siempre simboliza un plano de conocimientos y realizaciones en un plano bastante superior. Dicho número posee las características del pez, aunque debería volcarse hacia los demás como mediador, político, maestro, transmitiendo conocimientos básicos o herméticos. De un número maestro siempre se espera bastante por no decir lo mejor.

Si observamos el número 11:11, del cual en estos tiempos mucho se dice, mucho se comenta, mucho se escribe, si sumamos sus números de forma interdependiente obtenemos lo siguiente: 1+1=2, 1+1=2....el número 22, que contiene dos onces dentro de si, y también es considerado por la Hermandad Pitagórica como un número maestro.
Pitágoras tenía tanta fe en los números como eje central de todo lo existente, hasta lo inmaterial , que no dejaba de buscar elementos de apoyo. Se cuenta que un día que paseaba por la ciudad, al pasar delante de una herrería, le pareció que el golpeteo del martillo sobre el yunque no era regular. Esto le llevó a colgar en una serie de cuerdas de igual tamaño y grosor unos pesos distintos, para comprobar las variaciones de sonido. Pero los resultados no le convencieron. Finalmente, utilizó un monocordio con el propósito de medir las longitudes necesarias para conseguir las diferentes variaciones de la octava.
De esta manera descubrió la Ley de los intervalos musicales, que hasta aquel momento se había considerado inalcanzable. El experimento de las cuerdas sonoras ya había sido intentado por los sacerdotes egipcios y los magos babilonios. Fue al sabio de Samos el que correspondió el honor de triunfar, para seguir convencido de que gracias a los números se podía conocer la totalidad del mundo.
Lo que realmente seducía de su enseñanza a sus discípulos era cuando les hablaba de Palingenesia o el proceso de continua transformación de la materia. Especialmente en lo que concernía a los seres humanos y sus reencarnaciones. Pitágoras al tener la consciencia despierta había visto sus reencarnaciones. Podía contar con toda claridad sus distintas peripecias siendo Aetálides, hijo de Hermes, luego en el cuerpo de Eufornio, el héroe troyano al que arrebató la vida Menelao, y cuyo escudo pudo reconocer al verlo colocado en un templo. También fue Hermotimes el rapsoda, y Pirro, un humilde pescador de la isla de Delos.

Casi todos los biógrafos le atribuyen varias obras a Pitágoras, y citan hasta 16, entre ellas los famosos versos de oro. La crítica, sin negar absolutamente, sostiene hoy que no existen fragmentos pitagóricos, y que los así llamados, ni por las condiciones del lenguaje ni por las fuentes a que se refieren puede afirmarse que sean de Pitágoras. Los Aurea carmina son, a lo más, de alguno de sus discípulos inmediatos, y con interpolaciones hechas en las épocas alejandrina y cristiana. Es necesario también no olvidar que los filósofos griegos en este primer período miraban con soberano desdén la palabra escrita; veían en ella algo atentatorio a la libertad del pensamiento, y todo el éxito de sus doctrinas lo fiaban a la palabra hablada.

La palabra escrita era para ellos un cadáver, y así, en armonía con las ideas de su tiempo, nada tendría de extraño que Pitágoras hubiera renunciado a dar permanencia a sus doctrinas por medio de la escritura.

Y entonces, ¿a que fuentes acudir para el estudio del pitagorismo? Si las hay, escasas han de ser, porque era condición esencial de la escuela la incomunicabilidad del pensamiento, y no podían darse al público sin infringir el precepto.

Se sabe que Aristóteles escribió varios libros sobre el pitagorismo; pero estos libros no han llegado hasta nosotros, y hoy todas las fuentes antiguas para el conocimiento de tan importante escuela filosófica se reducen a los extractos de Stobeo, que ha conservado los fragmentos de Arquitas, los de Filolao y varias máximas morales; a las citas de Sexto Empírico, a las referencias contenidas en la Física, en la Meteorología y en el Tratado del Cielo de Aristóteles; a las indicaciones más completas que el mismo autor hace en los libros I y XIII de su Metafísica, y finalmente a citas aisladas y datos esparcidos en las obras de los principales escritores antiguos. Ninguno de los citados fue discípulo directo de Pitágoras, y en Arquitas, uno de los más próximos al tiempo en que floreció el filósofo de próximo se ve clara y palpable la influencia socrática, de donde resalta que lo enseñado como doctrina de Pitágoras tal vez no sea más que una evolución o transformación del verdadero pitagorismo.




El número 11 para la Hermandad Pitagórica, era considerado un número maestro, así como el 22, 33, 44...Al llevar una Vibración Superior significa la evolución del espíritu pues a tenido muchas experiencias terrenas, y que el conocimiento o Luz interior permite la comprensión del sentido de la vida, como el propio perfeccionamiento interior y su entrega sin restricciones ni reservas al servicio de la Humanidad.

Los números maestros entrañan una obligación Moral muy Superior a la normal. Esto quiere decir vivir de acuerdo a la frecuencia que el Número Maestro genera y que le corresponde, o tan solo vivir con el Número Base si no responde a las exigencias de la Vibración Superior. La vida, las accionesel colectivo humano en la frecuencia 11, 22, 33, ....es cumplir con la obligación que contrajo consigo mismo cuando decidió su encarnación actual. La vida de un auténtico Número Maestro será a menudo una andadura consigo mismo, las luchas y motivaciones pueden o no ser comprendidas, pero jamás podemos permitir bajar el listón de sus propias exigencias morales y espirituales, porque perderían el Brillo y la Fuerza Interior que les anima, es como un recordatorio a la Humanidad que estamos aquí en esta Madre Tierra para ayudar a los demás a liberarse de las ataduras que les condicionan de su existencia material y de las bajas pasiones, y visualizar las sublimes regiones del Espíritu y de los logros humanos.

De esta forma el Número Maestro: 11, 22, 33, 44....o 11:11, lo que se adquiere en este plano existencial no muere con ellos, pues trasciende tiempo espacio cósmico, tan solo transmuta en otras dimensiones del Multiverso. Los logros humanos en esta frecuencia del Número Maestro son pruebas, son números de profundas pruebas, para la Trascendencia a la dimensión Espiritual. Esto significa profundas disyuntivas morales y materiales que deberán resolverse con el aporte de todos los seres humanos haciendo uso de su gran Intuición y Fortaleza Moral. Si logramos vivir de acuerdo a los grandes preceptos que guían a estas Vibraciones Numéricas, lograremos dar el paso de gigante evolución interior, pero si flaquemos nos sentiremos con toda seguridad infelices y desorientados. La Vibración del Número Maestro genera Liderazgo, basado en la profunda Sabiduría Antigua transmitida en nuestro ADN como código secreto que esta despertando y activandose con la propia Frecuencia Vibratoria del Universo en constante expansión acelerada. La Inspiración, clarividencia, telepatía son dones que despiertan con esta Vibración Numérica, esta Luz genera verdaderos Iniciados, Magos, Maestros, Líderes, cuya obligación es enseñar y ayudar a otros a Vibrar en esta Frecuencia, observar y cumplir las Leyes Universales que han sido transmitidas en nuestro ADN. El ejemplo debe conducir a que TODOS nos atrevamos a LUCHAR por el Progreso, la Paz, la Libertad y el AMOR.

Debemos tener claro, que existe en nuestra hermosa Madre Tierra personas o grupos oscuros que apuestan por la Involución, la oscuridad, y el Miedo para someter a la Humanidad. En este sentido, utilizan esta sagrada información antigua de forma invertida para generar angustia y limitar el proceso natural de expansión de la consciencia colectiva. El 11:11, o el Número Maestro 11, 22, 33, 44....de forma negativa puede generar el fácil engaño a las personas, se envanecen y se preocuan por cosas sin trascendencia que les ciegan y cierran el camino a su verdadero trabajo interno, o se vuelven fanáticos y dogmáticos, creyéndose los únicos poseedores de la Sabiduría y la Verdad.

Si no se hace un trabajo interior profundo así como el de ayudar a otros a que disfruten esta Vibración Numérica, las personas pueden mostrarse obsecadas, incapaces de aceptar otra Verdad que no sea la suya. Intentan acallar la Voz Interior que les recuerda su obligación humanitaria y permiten que el poder, el dinero, les deslumbren y pasen a ser su meta. Debe existir siempre el equilibrio, así funciona el universo en perfecto equilibrio y armonía. Cuando logramos Vibrar en la Frecuencia rmónica con la Madre Tierra, con el Universo, y la Música de las esferas, sentimis Paz y Armonía Interna que nos permite acceder a nuestros dones innatos, nuestro Talento, y a la Sabiduría Cósmica.




Abrazos

Migdalia García



música de las esferas

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