viernes, 29 de julio de 2011

La sabiduría de las Pléyades

Las Pléyades en griego Pleiades "hijas de Pléyone", eran las siete hijas del titan Atlas y la ninfa marina Pléyone. Muchos templos griegos estaban orientados hacia el punto de salida y puesta de las Pléyades. Los griegos también se referían a las "Pléyades" escrita con una "e" adicional, como las "Palomas". La referencia más antigua registrada sobre las Pléyades, sin embargo, corresponde a la literatura astronómica China fechada en 2357 AEC. Para las tribus agrícolas del hemisferio norte el curso de las Pléyades indicaba el comienzo y el final de la temporada de cultivo.



Para los Japoneses la constelación de las Pléyades se llama Subaru y en Sánscrito se llama Krittikas. Alguno de los pueblos aborigenes de Australia lo conocían como Makara y reconocían que tenía conección con la Constelación de Orión. Los Aztecas la llamaban Tianquiztli, que significa "el lugar de reunión" y era considerado un signo importante de la continuidad de la vida: a medianoche, cada 52 años, aparecía directamente arriba de sus cabezas y les aseguraba a los antiguos Americanos que el mundo no llegaría a su fin. Por su parte, los Aztecas realizaban una ceremonia religiosa especial llamada La Danza del fuego Nuevo ( o Ceremonia del Fuego Nuevo), una vez cada 52 años para asegurar el movimiento del cosmos y el renacimiento del sol.

Este período de tiempo de 52 años también corresponde al calendario religioso de 260 días (Tonalpohualli en Náhuatl o Tolkin en Maya). Cuando se entrelazaba con el calendario civil de 365 días (Xiupohualli en Náhuatl o Haab en Maya). Cada 52 años solares Haab (73 años Tolkin)estos calendarios coincidían. A veces, a este, los Aztecas lo llamaban el Calendario Redondo. El ciclo de 52 años se decía que iniciaba cuando las Pléyades cruzaban el quinto punto cardinal o el cenit del cielo a medianoche. Algunas veces no sólo estaban las Pléyades en el cenit sobre Mesoamérica, sino que esa alineación también entraba en conjunción plena con el sol (como lo veremos de nuevo en el siglo XXI, específicamente en el 2012). Además, dos ciclos de 52 años (104 años), se coordinan con una alineación adicional de Venus frente al sol. Venus es símbolo de la forma creativa femenina en la escala local.



El Microcosmos es un reflejo del Macrocosmos, como es arriba es abajo, y efectivamente lo podemos ver en nuestro Sistema Solar y en la partícula más pequeña de la materia que es el átomo, ambos son iguales solo que en diferentes dimensiones, actúan bajo el mismo principio creador, mantienen el equilibrio y dan forma a la vida en el universo Físico. Este principio lo entendieron a la perfección todas las grandes culturas en la antiguedad, de ahí su gran fijación por la observación de la marcha de las estrellas. Sabían que al existir ciclosen un día: mañana, medio día, tarde, atardecer y noche, también había los mismos ciclos pero en una escala mayor. De igual forma los ciclos de un año: Primavera, Verano, Otoño e Invierno, esos mismos ciclos se repiten a una escala mayor. Si el hombre pasa durante su vida por el nacimiento, la niñez, adolescencia y madurez, a un nivel mayor, el de una civilización ocurre lo mismo y si una semilla es sembrada, esa semilla responde a ciclos para su crecimiento, cosecha y reproducción.



Nuestros antepasados entendían que el ser humano no era diferente a ningún organismo vivo en el Universo y que al igual que una planta y una semilla, el ser humanotambién se encuentra inmerso en un ciclo evolutivo. La Tierr forma parte del Sistema Solar, y el Sistema Sola forma parte de un Sistema mayor. Nuestro Sistema Solar gira alrededor de Alción el cual es el Sol de la Constelación de las Pléyades. El Sistema Solar tarda 26000 años en completar una vuelta alrededor de Alción.

La existencia es una enorme red de energía y, aparentemente existen direcciones, conexiones, sucesos y diversiones amenos, ilimitados e insólitos para ser explorados. En el ciclo comprendido entre 1987 hasta 2012, la Madre Tierra se esta transformando y con ella toda la vida en este planeta, revelándose antiguos misterios de la vida. Las perspectivas son multidimensionales tanto en lo que se refiere a su amplitud como a su alcance. Las Pléyades son un conjunto de energías que activan este proceso evolutivo, energías conscientes que están extendiendo sus creencias de forma intencionadaen lo que se refiere a la naturaleza de la existencia en tiempo espacio cósmico. Los cielos contienen vida. Actualmente, la Tierra esta experimentando una transformación tumultosa de conciencia de la cual no tenemos evidencia histórica anterior. Sin embargo, en la memoria celular existen muchas imagenes que proporcionan pistas de una singular familiaridad. Estamos inmersos en un tiempo espacio de cambio profundo, la humanidad se encuentra próxima a una nueva comprensión del poder cósmico. Este poder en otros tiempos fue utilizado inadecuadamente, y fue causa de autodestrucción, historias de las antiguas civilizaciones como Lemuria y Atlántida así lo evocan.

La humanidad se acerca rapídamente a un abismo de conciencia. Lo que hacemos ahora y nuestras elecciones conducen el curso de una experiencia tan compleja y sorprendente que actualmente es imposible de imaginar. Una nueva revolución de conciencia está apareciendoo. No podemos escapar de la necesidad de manejar este poder; ni ahora ni nunca. Los Pleyadianos acompañan este despertar de la conciencia universla. Los pensamientos crean realidad, es crucialentender esto, ya que estamos conectados a muchos niveles y capas de la realidad, entrelazados con el propósito de crear y explorar la majestuosa naturaleza de la existencia. Hasta la próxima semana amigos internautas, estamos en Contacto...Somos Uno...con la Consciencia Universal...


lunes, 18 de julio de 2011

Nuestro destino ligado a las Pleyades

Los Mayas cada año llevaban un seguimiento riguroso del movimiento de las estrellas. Para observar este desplazamiento, colocaban unas varas en la cima de la pirámide de TIKAL, así se dieron cuenta del desplazamiento de la boveda celeste. Comprendieron que el Sistema Solar se mueve permanentemente.


Determinaron con sus observaciones que el Sistema Solar se mueve 1º cada 72 años, y estos ciclos están asociados al despertar de la consciencia. La Luna llena cuando la vemos tiene 0.5º, es decir, que 1º son dos Lunas llenas, esto es una distancia considerable. Este fenómeno lo descubrieron los egipcios, los babilónicos y los mayas. Pero esta información viene de más atrás, viene de la Atlántida. Los atlantes fueron quienes realmente encontraron toda esta información, que 360º se demora el Sistema Solar en girar alrededor de las Pleyades, lo que equivale a 25950 años para algunas culturas y 26000 mil años para otras.


Entonces aparece lo que se llama la Eclíptica, la vuelta completa del Sistema Solar a la galaxia lo que ocurre cada 25950 años. Todas las culturas iniciáticas se dieron cuenta de este movimiento. Pero los Mayas observaron que ese giro también se realizaba alrededor de las Pleyades.



Las Pleyades son un conjunto de siete estrellas que giran alrededor de un Sol llamado Alcyon. Alcyon para los egipcios y Judios significa ciudad de Dios, y para los Babilónicos era la piedra base llamado Temennu. Las Pleyades son siete hermanas denominadas: Pleione, Merope, Electra, Celaeno, Maia, Taygeta, y Asterope, todas hijas de Atlas. El Sistema Solar gira alrededor de Alcyon en ciclo de 26000 mil años, y Alcyon Pleyades gira alrededor de la Vía Láctea alrededor de un ciclo de 260 millones de años. Aparecen entonces tiempos fractales asociados al 26 y su mitad que es el número 13.


Para divisar a las Pleyades en el cielo nocturno, podemos buscar las tres estrellas del cinturon de Orion que son muy reconocibles en el cielo, sus nombres: Al Nitak, Al Nilam y Mintaka. Si vamos a ver las Pleyades, divisamos las tres estrellas del cinturón de Orion y trazamos una línea recta imaginaria atravezamos la Constelación de Taurus que es la más brillante del cielo su estrella Aldebaran, después de la constelación de Taurus y de Aldebaran se encuentran las Pleyades. Si seguimos esa línea recta imaginaria en sentido contrario nos encontramos con la estrella Sirius. Es decir, este es un eje super importante para la consciencia y a nivel de la astronomía.

Para los Mayas este giro del Sistema Solar alrededor de Alcyon se da en 26000 Tunes, y para los egipcios equivale a 25950 años, en ambos casos esto equivale a 1 año cósmico. Así mismo, en el año 2012 veremos una estrella llamada Polaris que esta en la cola de la Osa Menor, esta estrella es denominada Circunspolar. Las estrellas circunspolares permanecen mucho tiempo en una misma posición, por eso sirven de punto de referencia y orientación para los viajeros.

Si nos devolvemos en la Elíptica al nacimiento de Jesús 4320 años, brillaba en el polo la estrella llamada Alfa Draconis, la estrella más importante para los egipcios. Alfa Draconis es la estrella de la constelación de Draco (serpiente). Pero si vamos un poco más atrás 8640 años nos encontramos a Hercules de la constelación de Hercules. Más atrás hace 12960 años la estrella que brillaba en el polo era Vega, y en ese momento curiosamente sucedio el diluvio universal. Hace 13000 mil años todos hablaron de una gran destrucción y gran transformación, el fin de la Atlantida, y en este momento 13000 años después del diluvio estamos llegando al punto Omega.



Las estrella llamadas circunspolares están situadas a una distancia absolutamente regular la una con la otra, son seis y forman un hexaédro. Los Mayas dividieron este giro en cinco ciclos de 5200 Tunes, un kin es un día galáctico para los Mayas. El giro entonces alrededor de las Pleyades esta dividido en cinco, nos encontramos terminando el cuarto según los Mayas. Así mismo, dividieron en 13 sectores de 2000 Tunes, siendo el número 13 muy especial para los Mayas. Es un número que modula todo lo que existe. La semana maya era de 13 días, y sus signos zodiacales eran también 13. El signo maya en que nos encontramos en este momento es el signo del jaguar. El próximo signo será el halcón. Cada animal de estos 13 signos simboliza un estado de consciencia, porque la consciencia en cada sector del espacio es impulsada a actuar de una determinada manera. El jaguar significa el poder y el halcón es el yo se. Transitamos del poder a la sabiduría ancestral, nos movemos entre el poder y el saber, esa es la diferencia entre el jaguar y el halcón. El halcón enfoca desde las alturas eso es el yo se. Es la consciencia de actuar con la intuición y el corazón. Cuando logramos razón e intuición, entre el poder y el saber, ese es el cambio de consciencia que experimentamos en este fin de tres ciclos simúltaneos. Abrazos cuánticos estimados lectores. La semana próxima ampliaremos este tema ligado a las Pleyades y la Consciencia.

lunes, 11 de julio de 2011

El Códice Maya de Dresden

El Códice de Dresden es una de las fuentes más valiosas para el entendimiento de la cultura Maya. Este manuscrito fue una de las claves más importantes para el desciframiento de la escritura jeroglífica de los Mayas. Además las más hermosas y famosas figuras de los dioses Mayas también provienen de este códice. El Códice de Dresden debe su nombre al lugar donde actualmente se encuentra – en la Biblioteca Real de Sajonia en la ciudad de Dresden, Alemania.


Muy probablemente, en 1519 el famoso conquistador Hernán Cortés lo envió personalmente a Madrid a la corte del entonces Rey Carlos V, en conjunto con otras llamadas “curiosidades”, además de los tesoros comunes. Desde Madrid el códice llegó a Viena, donde el Rey tenía una de sus residencias. El códice permaneció ahí sin ninguna consideración hasta que en el año 1739 fue descubierto en una colección privada por Johann Christian Goetze, quien en aquel tiempo dirigía la Biblioteca Real de Sajonia en Dresden. El códice aparentemente le fue regalado por el desconocido dueño, ya que para él era algo inentendible y por ende algo sin valor alguno. Goetze, sin embargo, donaría el códice a principios del año 1740 a su Biblioteca.

Entre la barbaridad de estas naciones –escribía fray Francisco de Burgos un siglo después de la Conquista– se hallaron muchos libros a su modo, en hojas o telas de especial corteza de árboles que se hallan en tierra caliente y las curtían y aderezaban a modo de pergaminos de una tercia poco más o menos de ancho, y unas y otras las zurcían y pegaban en una pieza tan larga como la había menester, donde todas sus historias escribían con caracteres tan abreviados que en una sola palabra expresaban el lugar, sitio y provincia, año, mes y día con todos los demás nombres de los dioses, ceremonias, sacrificios y victorias".

Los códices, hechos con láminas de papel de amate o de piel de venado, dispuestas en forma de biombos de pequeñas proporciones y resguardadas en sus extremos por cubiertas de madera, eran verdaderos libros en los cuales las altas culturas de Mesoamérica registraban hechos mitológicos o reales. Los códices eran un medio de salvar del devenir de la historia, por medio de la línea y el color, la cronología, la ciencia astronómica, la mitología y las glorias militares con la consecuente tribulación de los pueblos sometidos, asegurando la continuidad del conocimiento mágico de los sacerdotes y afirmando la conciencia del poder temporal de los gobernantes.

En el siglo XVI los obispos Zumárraga de México y Landa de Yucatán llevaron a cabo espectaculares "autos de fe" con todos los "libros de hechicerías" que pudieron encontrar. Las hogueras consumieron no sabemos cuántos de esos testimonios pictográficos de incalculable valor artístico e histórico.

De la "quema" de Maní sólo se salvaron los tres códices mayas que ahora se conocen: el Dresden, el Tro-Cortesiano y el Peresiano. Los dos primeros pintados al finalizar la época clásica de la Cultura Maya (siglos X o XI) y el último en tiempos cercanos a la llegada de los españoles.

El contenido de estos tres códices es estrictamente religioso. En sus láminas aparecen, en sucesión infinita, dioses y sacerdotes oficiantes dibujados con líneas fluidas y sensuales que destacan las figuras sobre fondos de color plano de indescriptible sutileza.

El Códice Dresden, el más hermoso de los tres, es un libro astronómico. Las figuras humanas de inconfundible estilo maya, muy semejantes a los relieves de las estelas o a las estatuillas modeladas en barro, están separadas por las líneas verticales que dividen cada escena. Las masas horizontales de los jeroglíficos equilibran la composición de la sabia aplicación de recuadros sepias, azules y amarillos. Páginas hay tratadas sólo a línea, negro y café en suavísima armonía. En otras los glifos de significado incógnito hacen sentir su densidad.



Esta colección o recopilación de códices es la más completa de los manuscritos Maya conocidos. Está compuesto por 74 tablas o folios plegados en las que vienen datos calendáricos, climatológicos, meteorológicos, agrícolas, religiosos y astrológicos; tablas de lunaciones y eclipses, informes sobre los ortos heliacos de Venus, Marte y otros cuerpos celestes, combinación los ciclos de Venus y Marte o de Venus y Júpiter y otros planetas, declinaciones de los planetas, es decir los días en los que se observan más al norte o más al sur en su salida o en su puesta y toda una serie de datos útiles para la organización agrícola, política y religiosa del pueblo Maya.

Para comprender la importancia de este códice conviene saber que tiene casi mil años de antigüedad y que, fué escrito en Chichen Itzá en el tiempo de máximo esplendor de los itzaes a finales del siglo X y principios del siglo XI, pues contiene datos calendáricos y de efemérides del año 968, eclipses de Venus sobre el Sol del año 1040 y eclipses del Sol del siglo XI

Este códice tiene un especial interés en este tiempo actual, principio del Siglo XXI, por que, en buena medida, se repiten los mismos parámetros astronómicos y astrológicos que dan inicio a uno de los fragmentos del códice Dresde que comienza su existencia en sincronía con dos conjunciones inferiores de Venus o pasos de Venus sobre el disco solar, en el mismo año Tzlokin que hay una oposición de Júpiter con Venus alineados con la Vía Láctea o la Galaxia, dos configuraciones astronómicas que son idénticas a las del año 2012, exactamente el mismo día del año y en las mismas posiciones que hace casi mil años, de ahí el interés por conocer el contenido de este códice en estos tiempos, pues según la concepción Maya de los ciclos cósmicos, vamos a vivir un tiempo ya conocido y experimentado por ellos y quieren avisarnos o advertirnos de la experiencia vivida por ellos, eso es lo que anuncian en el misterioso octavo fragmento del códice Dresden.



Venus era el objeto astronómico de mayor interés. Quizá lo conocían mejor que cualquier otra civilización que no perteneciera a Mesoamérica. Pensaron que era más importante que el sol. Lo miraron cuidadosamente mientras se movía a través de sus estaciones y se dieron cuenta que tardaba 584 días en coincidir la Tierra y Venus en la misma posición con respecto al Sol. Además, se fijaron que transcurría cerca de 2922 días para que la Tierra, Venus, el Sol y las estrellas coincidieran.

Según sus observaciones, durante este período, Venus no se podía ver desde la Tierra, ya que desaparece por un período de 8 días aproximadamente. Cuando se sale justo después de la conjunción inferior, es decir, cuando aparece después en el cielo de la mañana, el llamado orto heliaco (porque sale con el Sol), era la posición más importante de Venus.

Después salir, Venus alcanza su mayor brillo. Entonces se irá hacia el oeste, moviéndose rápidamente (en el movimiento retrógrado) lejos del Sol. Luego seguirá siendo visible cerca de 260 días en el cielo de la mañana hasta que alcanza la conjunción superior. En este punto, Venus está en el lado opuesto del Sol respecto de la Tierra. Llega a ser débil, hasta que se sumerge bajo el horizonte, para volver a aparecer en el lado opuesto del Sol al cabo de 50 días. Después sale como estrella de la tarde y sigue en el cielo nocturno alrededor de 260 días hasta que pasa por el este y brilla más intensamente antes de llegar la conjunción inferior otra vez.

Los Mayas hicieron observaciones diarias en Venus, el cual tenía un efecto psicológico sobre los Mayas y otras culturas de Mesoamérica. Se ha demostrado que medían el tiempo de algunas de sus guerras basándose en los puntos inmóviles de Venus y de Júpiter. Hacían sacrificios humanos después de la conjunción superior, cuando Venus estaba en su magnitud más débil porque temían más el primer orto heliaco después de la conjunción inferior.

En el códice de Dresde, los Mayas tenían un calendario que exhibía el ciclo completo de Venus. Contaron cinco sistemas de 584 días, 2.920 días en total u 8 años aproximadamente, y cada 5 repeticiones de Venus completaban un ciclo.

Los Mayas tenían un componente lunar en sus inscripciones del calendario. Después de obtener la información sobre las fechas de los calendarios mayas, las inscripciones típicas mayas contienen un cómputo lunar. La cuenta lunar se basaba en 29 o 30 días. El período sinódico lunar consta de aproximadamente 29,5 días, así que alternando su cuenta entre estos dos números la luna también fue introducida cuidadosamente en la secuencia del calendario. El conocimiento lunar también era importante para ellos porque permitía hacer predicciones de eclipses: un almanaque para predecirlos está contenido en el Códice de Dresde.

Los Mayas retrataron la eclíptica en sus ilustraciones como una serpiente de dos direcciones. La eclíptica es la trayectoria del Sol en el cielo marcada por un grupo de constelaciones fijas de estrellas. Aquí la Luna y los planetas pueden verse porque están limitados, como la Tierra, por el Sol. Las constelaciones en la eclíptica también se llaman constelaciones del zodiaco. No se sabe exactamente cuáles fueron las constelaciones fijas en la eclíptica vista por los mayas, pero hay una cierta idea del orden en algunas partes del cielo. Se sabe que había un escorpión, que comparamos con nuestra propia constelación de Escorpio, pero con la diferencia de que sus pinzas coincidían con la actual constelación de Libra. También se ha encontrado que Géminis aparecía en la cultura maya como un cerdo o un pecarí, (un animal de la familia del cerdo). Otras constelaciones en la eclíptica eran identificadas como un jaguar, una serpiente, un palo, una tortuga o un monstruo del xoc, es decir, un tiburón o monstruo del mar. Las Pléyades eran vistas como la cola de una serpiente de cascabel que se llamaba "Tz'ab."

La Vía Láctea (nuestra galaxia) era venerada por los mayas. La llamaron el Árbol del Mundo y era representada mediante un árbol en flor alto y majestuoso, el Ceiba. La figura blanquecina también fue llamada el Wakah Chan. Wak significa "erguido". Chan o K'an significa "cuatro", "serpiente" o "cielo". El Árbol del Mundo se encuentra en el cenit cuando Sagitario está por encima del horizonte. En este tiempo la Vía Láctea sale por encima del horizonte y cruza el meridiano. Las nubes de estrellas que forman el llamado actualmente “Camino de Santiago” fueron vistas como el árbol de la vida de donde proviene toda la vida. Cerca de Sagitario, el centro de nuestra galaxia, donde el árbol del mundo cruza la eclíptica, era de especial atención para los Mayas. Un elemento importante del árbol del mundo es el monstruo Kawak, de cabeza gigante. Este monstruo era también una montaña o un monstruo del witz. Un tazón de la fuente del sacrificio en su cabeza contiene una lámina del pedernal y el jeroglífico de Kimi que representa la muerte. La eclíptica se representa a veces como una barra que cruza el eje principal del árbol del mundo, representado una forma muy similar a la cruz cristiana. Encima del árbol del mundo encontramos un pájaro llamado Itzam Ye, el pájaro más importante. Hay evidencias que demuestran que el Sol se aparecía en el árbol del mundo en el solsticio de invierno.


Cuando en los meses de invierno la Vía Láctea dominaba el cielo, fue llamada "serpiente blanca deshuesada". Esta parte de la Vía Láctea había pasado por encima en el cielo nocturno durante la estación seca. No es brillante como las nubes de estrellas que dominan el norte del cielo del ecuador durante los meses de verano, pero los observadores en zonas oscuras podrán ver el resplandor fácilmente. Aquí la eclíptica cruza dicha Vía Láctea otra vez, cerca de la constelación de Géminis que era la localización aproximada del Sol durante solsticio del verano. Es posible que las quijadas de la serpiente Blanco-Deshuesada fueran representadas por la cabeza del monstruo de Kawak.

Los reyes Mayas midieron el tiempo de sus rituales de accesión en consonancia con las estrellas y la Vía Láctea. Celebraron reuniones del k'atun aproximadamente cada veinte años. Al final del período del k'atun, una de las reglas de los mayas era levantar una figura, llamado árbol de piedra, para conmemorar el acontecimiento. En la figura de piedra se representaban la hora de estas ceremonias e iban vestidas con los trajes que contenían los símbolos asociados al árbol del mundo. En sus sombreros llevaban el pájaro principal, Itzam Ye, y en sus brazos sostenían una barra ceremonial que representaba a la serpiente de dos direcciones de la eclíptica. Usando los elementos del traje del árbol del mundo la regla de los mayas estaba ligada al cielo, a los dioses y a ese ingrediente esencial, la vida. Además, se ha encontrado que cuando la reunión del k'atun coincidía con ciertas posiciones planetarias, los mayas iban a la guerra para obtener prisioneros. La cosmología maya era una filosofía viva y religiosa que impregnó sus vidas a un modo que puede parecer excesivo para la gente moderna. Ellos eran observadores astutos, sensibles a la naturaleza cíclica del sol, de la luna y de los planetas.

domingo, 3 de julio de 2011

Multidimensionalidad en el tercer milenio

La multidimensionalidad concepto que deriva de la física cuántica, tal y como vamos pensando transformamos nuestra antigua forma de pensar y trascendemos o otras realidades cuánticas. Multidimensionalidad implica varias dimensiones espacio tiempo, nada es estático, todo esta en permanente movimiento, y se regenera siempre.


Pensamiento es la chispa del Universo holográfico y multidimensional que se expande en conciencia universal. Lo menos que sucederá ahora es que cambiará radicalmente tu manera de ver las cosas, si comparamos cómo las percibías antes, por supuesto; eso afectará las estructuras que sostenían la verdad actual modificándose por otra que corresponda mejor a tus necesidades. Una realidad se altera de acuerdo a la intención que tengas para cambiarla. ¿Lo has entendido?

Si combinas con inteligencia el propósito principal, y vuelcas enseguida toda tu energía en una acción concreta, verás resultados sorprendentes. Recuerda que como Ser viniste a la Tierra y encarnaste aquí para desarrollar, entre otras cosas, la magnífica habilidad de crear. La energía mental son figuras, ideas y palabras, y esa es precisamente la base con la que debes comenzar a trabajar; de esa forma lograrás establecer una realidad diferente añadiendo nuevos recursos a tu escenario físico material.


El humano es un ser de tal magnitud que reúne en sí mismo, de una manera asombrosa y magistral, a las características y propiedades más descollantes y significativas de cada dimensión existente, los cuales pueden ser solamente encontrados en forma separada y aislada en el mundo que vivimos. Si consideramos propiamente al ser humano, sabemos que existe algo en él que es propio y característico del mundo de la materia; pero el ser humano considerado integralmente no es solamente eso, ni se logra definirlo y limitarlo si se lo identifica solamente con ello.
La dimensión mental dice también presente en él, pero la mencionada dimensión tampoco logra definirlo completamente ni termina por agotar la definición de lo que él en esencia es. Finalmente, el extremo dimensional más perfecto y evolucionado del Universo finito también se manifiesta en el ser humano. La dimensión espiritual se muestra en él de un modo contundente y, si bien la misma es una de las características esenciales de lo que significa ser humano, tampoco esto logra definirlo acabadamente, pues el ser humano no es solamente un espíritu, como muchos supuestos maestros de la nueva era nos quieren hacer creer sino, más bien al contrario, el ser humano es un ser multidimensional.



Nuestras almas están construidas de algo mucho más fundamental que las neuronas, están construidas por la misma tela del universo. Creo que la conciencia o su precursor, llamémosla protoconciencia, ha existido en el universo desde siempre, quizás desde el Big Bang.

Lo cual recuerda la creencia budista e hinduísta de que la conciencia está intrincada al universo como un hilo en una tela, y tal vez es lo único que existe.

La ominosa voz de Morgan Freeman nos dice que “La la conciencia cuántica podría explicar las experiencias cercanas a la muerte”, a lo que Hameroff responde:

“Digamos que el corazón se detiene, la sangre deja de fluir, los microtúbulos pierden su estado cuántico, pero la información cuántica que existe en los mircotúbulos no es destruida, no puede ser destruida, sólo se distribuye en el universo entero, si el paciente es resucitado, esta información cuántica puede regersar a los microtúbulos y el paciente puede creer que vio una luz blanca, un tunel, o flotó fuera de su cuerpo. Ahora si no son revividos y el paciente muere, tal vez esta información cuántica pueda existir fuera del cuerpo, indefinidadmente, como su alma”.

Hameroff hace referencia a la propiedad de las partículas subatómicas de formar estados de entrelazamiento cuántico entre sí, estos estados son tales que un grupo de partículas forma sistemas holísticos de intercambio de información instantánea no obstante que las partículas estén a millones de kilómetros de distancia. El alma y nuestra memoria podrían ser sistema cuánticos. Holográficos en el sentido en el que en cada partícula de este sistema podría contener la totalidad de la información del mismo, como si en un fotón existiera toda la información de todas las estrellas. Quizás el alma o la conciencia cuántica que habita un cuerpo al morir regresa a este estado de entrelazamiento cuántico con todas las partículas del universo, en lo que Phillip K. Dick entiende por anamnesis: un aspecto de la gnosis en el que la información (o la memoria) de un individuo es recolectada por el sistema como un todo, alimentándose de esta memoria para construir un nuevo circuito en el funcionamiento del programa o universo. Literalmente el universo se alimenta de nuestra información, absorbe nuestra alma (pero más que perdernos ganamos ser todo el universo.)

Vivimos entonces en “piel holográfica” aquel inolvidable verso de Borges: “ser para siempre; y no haber sido”.



Continuaremos la próxima semana hablando de la multidimensionalidad. Abrazos cuánticos amigos lectores!!!