domingo, 3 de julio de 2011

Multidimensionalidad en el tercer milenio

La multidimensionalidad concepto que deriva de la física cuántica, tal y como vamos pensando transformamos nuestra antigua forma de pensar y trascendemos o otras realidades cuánticas. Multidimensionalidad implica varias dimensiones espacio tiempo, nada es estático, todo esta en permanente movimiento, y se regenera siempre.


Pensamiento es la chispa del Universo holográfico y multidimensional que se expande en conciencia universal. Lo menos que sucederá ahora es que cambiará radicalmente tu manera de ver las cosas, si comparamos cómo las percibías antes, por supuesto; eso afectará las estructuras que sostenían la verdad actual modificándose por otra que corresponda mejor a tus necesidades. Una realidad se altera de acuerdo a la intención que tengas para cambiarla. ¿Lo has entendido?

Si combinas con inteligencia el propósito principal, y vuelcas enseguida toda tu energía en una acción concreta, verás resultados sorprendentes. Recuerda que como Ser viniste a la Tierra y encarnaste aquí para desarrollar, entre otras cosas, la magnífica habilidad de crear. La energía mental son figuras, ideas y palabras, y esa es precisamente la base con la que debes comenzar a trabajar; de esa forma lograrás establecer una realidad diferente añadiendo nuevos recursos a tu escenario físico material.


El humano es un ser de tal magnitud que reúne en sí mismo, de una manera asombrosa y magistral, a las características y propiedades más descollantes y significativas de cada dimensión existente, los cuales pueden ser solamente encontrados en forma separada y aislada en el mundo que vivimos. Si consideramos propiamente al ser humano, sabemos que existe algo en él que es propio y característico del mundo de la materia; pero el ser humano considerado integralmente no es solamente eso, ni se logra definirlo y limitarlo si se lo identifica solamente con ello.
La dimensión mental dice también presente en él, pero la mencionada dimensión tampoco logra definirlo completamente ni termina por agotar la definición de lo que él en esencia es. Finalmente, el extremo dimensional más perfecto y evolucionado del Universo finito también se manifiesta en el ser humano. La dimensión espiritual se muestra en él de un modo contundente y, si bien la misma es una de las características esenciales de lo que significa ser humano, tampoco esto logra definirlo acabadamente, pues el ser humano no es solamente un espíritu, como muchos supuestos maestros de la nueva era nos quieren hacer creer sino, más bien al contrario, el ser humano es un ser multidimensional.



Nuestras almas están construidas de algo mucho más fundamental que las neuronas, están construidas por la misma tela del universo. Creo que la conciencia o su precursor, llamémosla protoconciencia, ha existido en el universo desde siempre, quizás desde el Big Bang.

Lo cual recuerda la creencia budista e hinduísta de que la conciencia está intrincada al universo como un hilo en una tela, y tal vez es lo único que existe.

La ominosa voz de Morgan Freeman nos dice que “La la conciencia cuántica podría explicar las experiencias cercanas a la muerte”, a lo que Hameroff responde:

“Digamos que el corazón se detiene, la sangre deja de fluir, los microtúbulos pierden su estado cuántico, pero la información cuántica que existe en los mircotúbulos no es destruida, no puede ser destruida, sólo se distribuye en el universo entero, si el paciente es resucitado, esta información cuántica puede regersar a los microtúbulos y el paciente puede creer que vio una luz blanca, un tunel, o flotó fuera de su cuerpo. Ahora si no son revividos y el paciente muere, tal vez esta información cuántica pueda existir fuera del cuerpo, indefinidadmente, como su alma”.

Hameroff hace referencia a la propiedad de las partículas subatómicas de formar estados de entrelazamiento cuántico entre sí, estos estados son tales que un grupo de partículas forma sistemas holísticos de intercambio de información instantánea no obstante que las partículas estén a millones de kilómetros de distancia. El alma y nuestra memoria podrían ser sistema cuánticos. Holográficos en el sentido en el que en cada partícula de este sistema podría contener la totalidad de la información del mismo, como si en un fotón existiera toda la información de todas las estrellas. Quizás el alma o la conciencia cuántica que habita un cuerpo al morir regresa a este estado de entrelazamiento cuántico con todas las partículas del universo, en lo que Phillip K. Dick entiende por anamnesis: un aspecto de la gnosis en el que la información (o la memoria) de un individuo es recolectada por el sistema como un todo, alimentándose de esta memoria para construir un nuevo circuito en el funcionamiento del programa o universo. Literalmente el universo se alimenta de nuestra información, absorbe nuestra alma (pero más que perdernos ganamos ser todo el universo.)

Vivimos entonces en “piel holográfica” aquel inolvidable verso de Borges: “ser para siempre; y no haber sido”.



Continuaremos la próxima semana hablando de la multidimensionalidad. Abrazos cuánticos amigos lectores!!!

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