domingo, 13 de octubre de 2013

Los Anunnakis en la Mitología Sumeria (segunda parte)

El segundo hijo varón de Zeus nacido de la diosa Maya, fue Hermes patrón de los pastores, guardián de rebaños y manadas. Menos importante y poderoso que su hermano Apolo, Hermes estaba más cerca de los asuntos humanos; cualquier golpe de buena suerte se le atribuía a él. Como dador de cosas buenas, era el que se encargaba del comercio, patrón de mercaderes y viajeros. Pero su principal papel en la épica fue de Heraldo de Zeus.


El extenso culto minoico al toro, y algunos sellos cilíndricos se representa a éste como ser divino, acompañado por una cruz que, para algunos sería una estrella o un planeta no identificado. De allí, se ha conjeturado que el toro al que daban culto los minoicos no fuera una criatura terrestre común, sino un toro celestial, la constelación de Tauro, y la conmemoración de algunos sucesos ocurridos durante el equinoccio de primavera, el Sol apareció por esta constelación, alrededor del 4000 a.C.

La religión y las tradiciones griegas llegaron a tierra firme desde oriente Próximo, vía Asia Menor y las islas del Mediterráneo. Es ahí donde inserta las raíces su Panteón, es ahí donde hay que buscar los orígenes de los dioses griegos, y su relación astral con el número 12.

Conocida por los romanos como Venus, por los griegos como Afrodita, Astarte para los cananeos y los hebreos, Insthar o Eshdar para los asirios, babilonios, hititas y otros pueblos de la antiguedad, Inanna, Innin o Ninni, para los acadios y los sumerios, o por otros muchos apodos o epítetos, ella fue en todas las epocas la Diosa de la Guerra y la Diosa del Amor, una mujer feroz y hermosa que aún siendo nada más que la bisnieta de Anu, se ganó por sí misma y para sí misma un lugar importante entre los grandes Dioses del Cielo y la Tierra.


La lista de reyes sumerios dice que el primer soberano no divino de Uruk fue Meshkiaggasher hijo del dios Ütu a través de una madre humana. A él le sucedió su hijo Enrnerkar, un gran rey sumerio Inanna, por tanto era la tía abuela de Enmerkar, y no tuvo demasiadas dificultades para persuadir a su sobrino nieto de que ella debía ser la Diosa de Üruk, más que de la remota Aratta.

Una lista de dioses que se conserva en el Museo Británico, según Hans Schlobies, aclara que Ishkur era ciertamente un señor divino en tierras muy lejanas de Sumer y Acad. Revelan los textos sumerios que esto no fue un accidente. Parece ser que Enlil envió deliberadamente a su hijo menor para que se convirtiera en "deidad residente" en las tierras montañosas del norte y el oeste de Mesopotamia. Da la impresión de que la rivalidad original entre Enky y Enlil siguió adelante y se intensificó entre sus hijos, con ocasionales enfrentamientos entre hermanos. Un relato divino de Caín y Abel.

Algunas de estas batallas se llevaron en contra de una deidad llamada Kur, con toda probabilidad Ishkur/Adad. Esto podría explicar por qué Enlil estimó oportuno conceder a su hijo menor un lejano dominio, para mantenerlo al margen de las peligrosas batallas sucesorias.



Los que sostienen la tesis de los astronautas extraterrestres están considerando otras galaxias u estrellas distantes como su hogar. Para los sumerios, la noción de la "Morada Celeste" de los Dioses, era un lugar puro de una morada primigenia. Mientras que Enlil, Enky, y Ninhursag iban a la Tierra y hacian su hogar en ella, su padre Anu permanecía en la "Morada Celeste" como su soberanía. Existe además una lista de 21 parejas divinas de la Dinastía que precedieron a Anu en el "trono del lugar puro".


Anu reinaba en una corte extensa y de gran esplendor, así lo confirma el libro de Ezequiel, "un lugar con un jardín artificial recubierto por piedras preciosas". Allí residía Anu, con su consorte Antu, 83 descendientes, un primer Ministro, 3 Comandantes a cargo de Mu (las naves espaciales), 2 Comandantes de armas, 2 grandes Maestros del Conocimiento escrito, 1 ministro de Bolsa, 2 justicias Jefes, 2 que "impresionan con sonido", y 2 Escribas jefes con 5 Escribas asistentes.

Los Dioses del Cielo y la Tierra del Oriente Próximo, no sólo tenían su origen en los cielos, sino que también podían volver a la "Morada Celeste".


Varios textos mesopotámicos tratan del Apkallu, un término aca-dio que proviene del sumerio AB.GAL (grande que dirige) o (maestro que indica el camino). Gustav Guterbock determinó que estos eran hombres pájaros representados por "Águilas". Referencias que determinan que los Apkallu eran pilotos de las naves de los nefillin o Anunnakis.


El viaje de ida y vuelta era posible, tras decidir el establecimiento en Sumer de la Puerta de los Dioses (Babili), el líder de los dioses explicó:

"Cuando a la Fuente Originaria
a la asamblea ascendáis
habrá un sitio de descanso para la noche
para recibiros a todos
Cuando desde los Cielos
a la asamblea descendáis
habrá un sitio de descanso por la noche
para recibiros a todos"

La "Morada de los Dioses" según revela su legado no estaba en una lejana galaxia sino en nuestro propio Sistema Solar. Existe una representación de la Puerta de Anu en la Morada Celeste. Que viene a configurar el conocimiento en la antigüedad de un Sistema Celeste como el de nuestro Sol y sus planetas. La Puerta esta flanqueada por dos águilas, indicando que sus servicios son necesarios para llegar a la "Morada Celeste" el Globo Alado. El emblema de la Suprema Divinidad, corona la puerta. Esta flanqueado por los símbolos celestes del número 7 y el Creciente de la Luna, que representa quizás a Anu junto a Enlil y Enki.

Continuará...
Abrazos de Corazón apreciados lectores...


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